Además de hermosas playas y aguas cristalinas, este paradisiaco lugar alberga una exuberante selva tropical, ideal para los amantes del senderismo. También cuenta con el 95% de las especies de coral del Caribe.
Su diversidad biológica y la belleza escénica de sus playas hacen de Bocas del Toro uno de los destinos favoritos de los visitantes, tanto nacionales como internacionales. Su capital es isla Colón, la más grande y más poblada del archipiélago. Aquí se encuentra Bocas, la ciudad principal con alrededor de 6,629 habitantes, ubicada en el extremo sur de la isla.
Al llegar a Bocas, sus pintorescas casas de madera denotan la gran presencia de la comunidad afrodescendiente (15,3%, según la Encuesta de Hogares de Propósitos Múltiples, 2017). Sin embargo, con el paso de los años este poblado se destaca por tener una cultura muy diversa, puesto que alberga a ciudadanos de diferentes partes del mundo (italianos, chinos, venezolanos, españoles, canadienses, estadounidenses, mexicanos, entre otros), así como también a los indígenas nativos (Ngäbe y Buglé, Naso Tjer Di y los Bribri). Todos ellos hacen de esta provincia un sitio de interés para descubrir.
En isla Colón solo hay tres calles principales, por lo que desplazarse a pie o en bicicleta es lo más común. En el centro del pueblo está el parque Simón Bolívar donde venden frutas, verduras y artesanías. Bocas es el único sitio dentro del archipiélago donde encontrará cajeros automáticos, tiendas de souvenirs artesanales, varios restaurantes a módicos precios y otros negocios.
Bocas del Toro “Biodiversidad”
En este archipiélago se encuentra el Parque Marino Nacional Isla Bastimentos, el primer parque marino de Panamá y un sitio importante para la anidación de tortugas marinas baulas y carey.
Fue declarado por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) como Patrimonio Mundial de la Humanidad, siendo además uno de los mejores destinos para el ecoturismo en el país.
De ahí que al archipiélago de Bocas del Toro le llamen el ‘Galápagos del Caribe”, por ser uno de los lugares biológicamente más diversos del planeta. Contiene uno de los bosques lluviosos más extensos en Centroamérica y cuenta con nueve islas principales, 52 cayos y varios islotes que son hoy hábitat de aves como pelícanos, fragatas, golondrinas y el rabijunco piquirojo.
Cristina Ordóñez, bióloga con más de 20 años de vivir en isla Colón, comenta que el archipiélago cuenta con unos 250 kilómetros de arrecifes de coral donde podrá ver tiburones gato, rayas y muchas especies de cangrejos y langostas. Pero si desea explorar más, puede hacer un recorrido bioluminiscente o visitar la Cueva de Murciélagos.
Según la bióloga, dentro de los manglares y humedales se han identificado más de 130 especies de aves, 50 tipos de mamíferos y 50 tipos de reptiles, muchos de las cuales se encuentran amenazados o en peligro de extinción. “En el ambiente marino encontramos manatíes, delfines nariz de botella, cuatro especies de tortugas marinas canal o baula (Dermochelys coriacea); carey (Eretmochelys imbricata); verde (Chelonia mydas) y cabezona (Caretta caretta), así como variadas especies de peces, moluscos y crustáceos. Aparte de los bosques tropicales también están las plantaciones de banano y cacao”, detalla.
Añade que a través de la organización Sea Turtle Conservancy Bocas del Toro, que mantiene sus oficinas en isla Colón y su centro de protección de tortugas en playa Soropta, ubicada dentro del humedal de importancia internacional San San Pond Sack, han logrado que las comunidades sean las mejores aliadas en la conservación de las tortugas.
“A través de las jornadas de educación ambiental hemos logrado que los habitantes de las comunidades cercanas a las playas de anidación de tortugas entiendan la importancia de estas”, menciona.
El humedal, un área protegida con una extensión de 16,125 hectáreas y ubicado en el distrito de Changuinola muy próximo a Costa Rica, cuenta con una diversidad biológica que incluye aves migratorias durante la mayor parte del año, y especies importantes como el manatí; lagunas y ambientes marinos costeros, además de ser influenciado por diversos ríos que atraviesan el lugar como lo son el Changuinola, el San San y el Sixaola, que ofrecen una gran variedad de paisajes que no se han visto en otras áreas del país.
“Este humedal se caracteriza por ser una región de baja altitud, casi a nivel del mar, y está conformado por seis tipos de vegetación, entre estas el bosque tropical pantanoso, el bosque tropical pantanoso dominado por palmas, el bosque de manglar, el matorral de pantano, y el bosque tropical aluvial ocasionalmente inundado. Además, se registran aproximadamente 265 especies de plantas”, reconoce Ordóñez.
Bocas del Toro “Las playas”
Lo más placentero es que las playas están una cerca de la otra. En el caso de isla Colón encontrará la playa Estrella, también conocida como playa ‘Estrella de Mar’, un destino de ecoturismo protegido, donde también podrá experimentar la cultura y la comida afrocaribeña.
En la misma isla está playa Bluff, el mejor sitio para practicar surf de primera categoría, así como también puede aprender sobre los esfuerzos que hacen las organizaciones y los locales para la conservación de tortugas marinas.
Otra opción es playa Tortuga, donde podrá vivir una experiencia única en medio de la naturaleza, ya que allí se encuentra el complejo turístico más grande de la zona. Un poco más distante está playa Boca del Drago, alineada de bellas palmeras para quienes buscan estar más en privado. Las olas tienden a ser tranquilas y el agua es tibia, ideal para practicar snorkelling.
Según Ordóñez, Bocas del Toro tiene el balance perfecto entre desarrollo y belleza natural para disfrutar las mejores vacaciones; puede escoger entre resorts de lujo, ecolodges en islas paradisiacas hasta hostales al estilo surf al frente de la playa.
Todo visitante puede navegar por las distintas islas o volar en el follaje de la selva en los ziplines, bucear entre los arrecifes, surfear en el cálido mar Caribe, nadar con delfines o conocer una de las últimas monarquías del continente americano. Es imposible conocer Bocas del Toro en un solo viaje, por lo que muchos viajeros regresan, o nunca se van.
Vuelos
Para viajar de Panamá a Bocas hay dos aerolíneas: Air Panamá y Bocas Air, y los costos varían según la aerolínea y la temporada, entre $70 y $100.
Protocolos de bioseguridad
Las fronteras de Panamá están abiertas para viajeros internacionales, manteniendo la seguridad y salud como prioridad.
Visitantes procedentes de cualquier país podrán visitar Panamá, sin embargo, una prueba negativa de la covid-19 es obligatoria para ingresar al territorio.
Para obtener más información sobre los requisitos de entrada y restricciones por país de procedencia, consulte la sección ‘Antes de Viajar’ de la Autoridad de Turismo de Panamá (ATP).
Todos los viajeros entrantes provenientes o que hayan transitado en los últimos 15 días por Sudamérica, India, Sudáfrica o el Reino Unido deberán realizarse una prueba obligatoria, adicional al llegar al aeropuerto y hacer una cuarentena de tres días.
Actualmente hay ciertas restricciones de movilidad y toque de queda en horas de la noche.
Las playas están abiertas para los visitantes durante horas de movilidad.
“Los viajeros deberán presentar una prueba de PCR o antígeno negativo de la covid-19 de máximo 48 horas al momento de su llegada a Panamá. Los protocolos serán actualizados según sea necesario”, describe la ATP en su sitio oficial.
Créditos: verpanama.com
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Cristina Ruiz
marzo 3, 2022 at 2:02 amhola gracias , espero actualizar mas informacion de su agrado proximamente
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